KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

Beato Santiago Alberione

Autor: 
Redacción
Fuente: 
Acipensa

Este 26 de noviembre la Iglesia recuerda el aniversario de muerte del Beato Santiago Alberionefundador de la “Familia Paulina” patrono de Internet. Su recuerdo perdura en nosotros por la grande obra que realizó, así como por la promesa que hizo antes de morir: “Desde la Casa del Padre, me preocuparé de los comunicadores y de todos aquellos que trabajan con los medios de comunicación más modernos y eficaces”.

Santiago Alberione nació en Italia en 1884, en el seno de una familia campesina. Siendo niño, la maestra le preguntó qué era lo que quería ser cuando fuera grande y él respondió: “¡Quiero ser cura!”.

A los 16 años ingresó al seminario de Alba y conoció al canónigo Francisco Chiesa, quien fue su guía espiritual por 46 años. Interpelado por la encíclica “Tametsi Futura” (sobre Jesucristo Redentor) del Papa León XIII, la noche del 31 de diciembre de 1900, después de haber estado muchas horas en oración ante el Santísimo Sacramento, Alberione comprendió que Dios le llamaba a una misión especial; se sintió profundamente llamado a servir al Señor en los hombres del nuevo siglo.

Fue ordenado sacerdote en 1907 y, en medio del trabajo pastoral y del estudio de la sociedad civil y eclesial, comprendió que Dios lo animaba a predicar el Evangelio a todos los pueblos –en continuidad al espíritu del Apóstol Pablo– con los modernos medios de comunicación.

Así, en agosto de 1914, el P. Alberione inició la “Familia Paulina” con la fundación de la Pía Sociedad de San Pablo. Posteriormente dio comienzo a la Congregación de las Hijas de San Pablo, las Pías Discípulas del Divino Maestro, las Hermanas de Jesús Buen Pastor y el Instituto Regina Apostolorum.

A dichas congregaciones se sumaron los institutos de vida secular consagrada, tales como “San Gabriel Arcángel”, “Virgen de la Anunciación”, “Jesús Sacerdote” y “Santa Familia”. En total, fundó 10 instituciones, en las que también se incluye a los Cooperadores Paulinos.

Alberione fue un gran impulsor de las ediciones –producciones impresas–, del cine, la radio y televisión, a fin de ayudar en la formación católica, litúrgica y pastoral. Siempre le caracterizó un profundo celo por llevar a los hombres el mensaje de salvación.

En 1962 fue invitado a participar del Concilio Vaticano II. Sus aportes fueron de gran valía, al grado de que San Juan XXIII llegó a decir de él: “Este sí que es un gran hombre de Dios”.

En el momento de su agonía, el hoy Santo Papa Pablo VI, que era uno de sus grandes amigos, fue a visitarlo en su lecho, y al verlo, pronunció refiriéndose a Alberione, las lapidarias palabras: “¡Helo aquí!, humilde, silencioso, incansable, siempre vigilante, siempre recogido en sus pensamientos, que van de la oración a la obra…”

Santiago Alberione partió a la Casa del Padre un 26 de noviembre de 1971 y fue beatificado por San Juan Pablo II en el año 2003, el día de la Solemnidad de la Divina Misericordia.

Tras su beatificación, el Colegio de Cardenales del Vaticano lo nombró  Patrono de las Comunicaciones Sociales y de Internet.