KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

Cuando experimentas el abandono

Autor: 
Mons. Víctor M. Fernández
Fuente: 
Kénosis

¿Quién no sufre a veces un sentimiento de abandono? ¿Acaso no has experimentado alguna vez que los demás hacen su vida y que tú en realidad les importas poco? Hay en el fondo del corazón una sensación de soledad interior, como si uno estuviera arrojado en este mundo, como si en realidad uno no fuera realmente digno de ser amado, como si no tuviera suficiente belleza como para que los demás lo valoren.

Quizás con el paso de los años, a medida que uno se siente más débil, más viejo o más enfermo, esta sensación de abandono se acentúa.

Es entonces el momento de leer con el alma el siguiente texto de la Palabra de Dios:

“Como una esposa abandonada y afligida te ha llamado el Señor… Por un breve instante te dejé abandonada, pero con gran ternura te uniré conmigo… Aunque tambaleen las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de tu lado. ¡Oprimida, atormentada, sin consuelo! Mira, por piedras te pondré turquesas, y por cimientos zafiros, te llenaré de rubíes y todo tu contorno será de piedras preciosas” (Isaías 54,6-7.10-12).

El texto sagrado nos hace un llamado: ¡Déjate amar, arrójate en los brazos de Dios, permite que Él te abrace y quédate allí sin resistencias. 

No importa si te equivocaste. Él no se irá, Él no te abandonará.

Y si lo dejas actuar, aunque te hayan hecho sentir una piedra sin brillo, sin valor, sin atractivo, Él con su gracia te llenará de piedras preciosas, de brillo y hermosura. 

Entonces caminarás por la calle con una seguridad, con una firmeza, con una potente autoestima, porque Él te ama y no necesitas nada más. 

Manda a pasear a todos los que te miran con desdén o indiferencia, y que digan lo que quieran, porque es el Señor quien te da la dignidad y el derecho de tener un lugar en esta tierra.