KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

Decálogo del optimista 

Autor: 
Camilo José Celá
Fuente: 
Kénosis

Hay dos actitudes que podemos tomar ante los acontecimientos que nos suceden día a día: el optimismo y el pesimismo. El optimismo es la convicción y la fe en un futuro mejor, en la posibilidad del triunfo del bien sobre el mal, de la justicia sobre la injusticia; en cambio, el pesimismo se manifiesta en las consideraciones de que los acontecimientos van hacia lo peor, en los ánimos de abatimiento, en la falta de fe en el triunfo del bien y de la justicia.

Entre estas dos actitudes oscila nuestra elección personal todos los días de nuestra vida. Pero si bien requiere un mayor esfuerzo el ser optimista, al menos resulta más saludable. Eso es lo que comparten los filósofos, psicólogos y guías espirituales. Por ello, es bueno enlistar una serie de características (10 en total) de aquellos que, por su bien y el de los demás, miran el presente y el futuro con esperanza y sin recelos:

1. Los optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos. 

2. Los optimistas aceptan a los demás como son, y no malgastan energías queriendo cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y tolerancia. 

3. Los optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con Dios y tienen en su fe una viva fuente de luz y de esperanza. 

4. Los optimistas disfrutan del “aquí” y el “ahora”, no viajan al pasado con el sentimiento de culpa ni el rencor, ni tampoco miran al futuro con angustia. Los optimistas disfrutan la vida con buen humor y con amor. 

5. Los optimistas ven oportunidades en las dificultades; aprenden la lección que nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos. 

6. Los optimistas son entusiastasdan la vida por sus sueños y están convencidos de que la confianza y el compromiso personal obran milagros. 

7. Los optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz interior, la cual la irradian y comparten, aún en medio de problemas y crisis. 

8. Los optimistas no se desgastan en la crítica destructiva y ven la envidia como un veneno. No son espectadores de las crisis sino protagonistas del cambio. 

9. Los optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben trabajar en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegría.

10. Los optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan aplastar por su peso, porque saben que aún la noche más oscura tiene un claro amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol. Los optimistas saben que todo túnel, por más largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida.

Y tú, ¿eres optimista?