KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

La Eucaristía según San Agustín

Autor: 
Juan R. Castillo
Fuente: 
La Croix (ESP)

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y Doctor de la Iglesia, nos comparte en uno de sus escritos lo que significa la Eucaristía.

“Sed lo que veis, y recibid lo que sois”

Lo que veis en el altar de Dios..., es el pan y el cáliz: es lo que os enseñan vuestros ojos. Pero lo que vuestra fe tiene que aprender, es que ese pan es el cuerpo de Cristo, que ese cáliz es la sangre de Cristo. Estas pocas palabras pueden ser suficientes para vuestra fe; pero la fe quiere instruiros... ¿Cómo es posible que este pan sea su cuerpo, y que este cáliz, o, más bien, su contenido, sea su sangre?

Hermanos, esto es lo que llamamos los sacramentos: expresan otra cosa que lo que aparece ante nuestros ojos. Lo que nosotros vemos es una apariencia material, mientras que lo que nosotros comprendemos es un fruto espiritual. Si queréis entender lo que es el cuerpo de Cristo, escuchad al apóstol Pablo, que dijo a los fieles: «Vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un  miembro» (1Co 12, 27). Así pues, si vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros, lo que se encuentra en la mesa del Señor es el símbolo de lo que sois, y es vuestro misterio lo que vosotros recibís. Vosotros respondéis: «Amén» a lo que sois, y por medio de esta respuesta, vosotros lo aceptáis. Os dicen: «El cuerpo de Cristo», y vosotros respondéis: «Amén». Por tanto, sed miembros del cuerpo de Cristo, para que este amén sea verídico.

¿Por qué está el cuerpo en el pan? No digamos tampoco aquí nada y escuchemos una vez más al apóstol que, hablando de este sacramento, nos dijo: «Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan» (1Co 10, 17). Comprended esto y alegraos: ¡unidad, verdad, devoción, caridad! «Un solo pan»: ¿qué es este pan único? «Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo». Recordad que no se hace el pan con un solo grano de trigo, sino con muchos... Sed, por tanto, lo que veis, y recibid lo que sois.