KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

Necesitamos testigos más que noticias

Autor: 
Martín Gelabert, OP
Fuente: 
Nihil Obstat

Durante la celebración de las bodas de plata de unos amigos, dije en la homilía de la Eucaristía de acción de gracias, que esa celebración no iba a ser noticia. ¿A quién le interesa que un matrimonio se haya mantenido fiel durante 25 años? Quizás al matrimonio y a sus hijos, pero desde luego a la prensa no. A la prensa le interesan las rupturas matrimoniales, sobre todo aquellas en las que los esposos buscan hacerse daño o aprovechar la ruptura para sacar de ella el máximo provecho económico.

No van a ser noticia, les dije, porque lo noticioso son otras cosas. Noticia es que la bolsa sube o baja, pero no es noticia que una persona muera de hambre. Las cosas serias no son noticia. Por eso hay noticia cuando un matrimonio se separa. Y no la hay cuando un matrimonio se ama; no es noticia la fidelidad. Los esposos cristianos no han sido llamados a ser noticia, han sido llamados a ser testimonio. Testimonio de que el amor es posible, de que el amor es capaz de superar dificultades y momentos difíciles, testimonio de que el amor es el único camino posible para encontrar la felicidad.

Las noticias hacen ruido, y es más dudoso que ayuden a pensar. También las noticias eclesiales hacen ruido. Es más dudoso que ayuden a convertir. La fe cristiana necesita testigos coherentes con su palabra y con su vida, porque el testimonio de los creyentes hace presente a Cristo resucitado. A este respecto, hay un texto del Concilio Vaticano II que me parece significativo: “En la vida de aquellos que, siendo hombres como nosotros, se transforman con mayor perfección en imagen de Cristo (cf. 2 Cor 3,18), Dios manifiesta al vivo entre los hombres su presencia y su rostro. En ellos Él mismo nos habla y nos ofrece un signo de su Reino” (Lumen Gentium, 50).

Fuente: Nihil Obstat (Dominicos)