KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

¡Practico deporte, contemplo la naturaleza, rezo el Rosario!

Autor: 
Alberto Pellai
Fuente: 
Famiglia Cristiana

Querido Padre:

“En mi vida, algunas prácticas que me gustan y que he cultivado me han ayudado a ser feliz y superar los momentos difíciles: hacer deporte, pasar algunas horas a la semana en la naturaleza y comenzar el día confiando en Dios, recitando el Rosario arrodillada en el suelo mirando el cielo (creo que me da los mismos beneficios de paz que resultan de la lectura, la práctica del yoga, la meditación y los ejercicios de relajación). Me pregunto si debería dejar que mis hijos descubran la belleza de estas tres cosas que yo he experimentado: practicar deporte, vivir la naturaleza y orar a Dios, pero sobre todo, ¿cómo hacérselas conocer de una manera agradable y sin forzarlos? ¿O tengo que quedarme y observarlos y dejar que descubran casualmente lo que les gusta, qué los hace sentir bien?

Estimada Déborah:

Escribiste una hermoso texto. Has desarrollado un método personal de felicidad que te permite cada semana continuar dedicándote a todas las áreas de tu vida, a cumplir todos tus deberes, pero sin descuidar las experiencias que regularmente te permiten regenerarte desde el punto de vista energético, físico y espiritual. Este programa que bien podríamos llamar “fitness of life” es un excelente ejemplo de lo que significa para un padre cuidarse a sí mismo: su vida, su cuerpo y su espíritu. Presentar a los niños un modelo y un ejemplo que muestre, con serenidad y tranquilidad, nuestra capacidad de cuidarnos es el mejor regalo que podemos darles. “Los niños aprenden lo que viven”, dice un proverbio que contiene una verdad innegable. Por lo tanto, mi recomendación es que vivas a su lado, y veas que pueden encontrar un tiempo, en medio de todo lo demás, para mantenerse en sintonía con ellos mismos, para cultivar su espiritualidad y crear armonía con la naturaleza que les rodea.

Recuerda: “¡No es lo que indicas que deben hacer, sino lo que haces, viviendo a su lado, lo que dejará una huella profunda en su forma de administrar la vida y elegir lo que no puede faltar entre sus prioridades”.

¡Dios te colme de bendiciones!