KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

12 consejos para alcanzar la plenitud

Autor: 
Carlos Pérez Morales (Recopilador)
Fuente: 
FC / MX

El hombre moderno, aturdido por un torrente de palabras gritadas en las plazas, escritas en los periódicos, en las paredes, sobre el asfalto de las calles, transmitidas a través de Internet o en las pantallas del cine y la televisión, busca angustiado una Palabra que pueda dar sentido a su vida y paz a su espíritu; busca pensamientos sustanciosos que le brinden certeza y novedad única.

A continuación brindamos un cúmulo de palabras que se hacen vida; agua fresca para las almas llenas de sed. Son palabras incisivas, maduradas a los pies de Jesús Eucaristía, y luego probadas por la larga experiencia de vida de un hombre formidable de los últimos tiempos: el Beato Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina y modelo de evangelizador en la época actual.

1. Vive a plenitud tu día

Cada día es una jornada. Cada día es una oportunidad. El tiempo corre desde el primer despertar por la mañana hasta el despertar a la mañana siguiente. Aprovecha cada instante, pues sólo se hará valioso si pones toda tu vida en él.

2. Conserva el optimismo

No hay que desanimarse nunca, hay que conservar siempre un sano optimismo. La historia es maestra de la vida, y nuestras experiencias pasadas nos sirven de enseñanza para el futuro. “Cuando pierdas una batalla, no te desanimes, pues hay tiempo para ganar otra”.

3. Santifica el momento presente

Sé consciente que el pasado ya ha pasado y no podemos cambiarlo; que el futuro no está en nuestras manos, y ni siquiera sabemos si lo tendremos. Lo único que podemos santificar y vivir es el momento presente. Por eso, vive siempre con amor, con alegría, con entusiasmo. Porque este instante es tuyo y no lo debes perder.

4. “Progresa un poquito cada día”

Esfuérzate por encontrar una unión más profunda con Cristo Jesús, por hacer una oración más profunda, que nazca del corazón y que no se quede en una mera fórmula. Esfuérzate en “progresar un poquito cada día”, con pasos pequeños, con obras de misericordia, hasta alcanzar un espíritu de caridad más grande.

5. ¡Cumple los mandamientos!

Recuerda que el camino para la santidad son los mandamientos de la Ley de Dios. Ellos involucran los deberes para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros mismos. Debemos ejercer estos mandamientos para utilizar bien nuestra propia libertad y para abrazar el camino de perfección.

6. Ejerce tu voluntad, haz oración

Para progresar, para ir hacia adelante, para caminar, necesitamos dos pies, estos serán la voluntad y la oración. Mediante la voluntad nos entregamos con todas las fuerzas y con todas las energías del corazón a Dios; con la oración lograremos intimidad con el Creador. Ambos son elementos para vencer la ambición, el orgullo o cualquier otra actitud contraria a la santidad.

7. Planea tu vida

Formula una guía; esclarece lo que quieres alcanzar en tu vida. Ponte metas a corto, a mediano y a largo plazo, pero asegúrate de incluir todas las cosas que quieres lograr. Recuerda que en la vida se necesita trazar puntos de llegada bien concretos. Todo esto con ayuda de la oración y consejos de gente sabia.

8. ¡Sé responsable!

Todos tenemos responsabilidades en la vida, éstas varían según las gracias que hemos recibido de parte de Dios. Debemos hacer producir nuestros talentos y no ocultarlos bajo la tierra. ¡No aceptes el fracaso; no hagas esfuerzos a medias; mantente dispuesto a dar lo mejor de ti!

9. ¡No seas mediocre!

Ten cuidado: evita convertirte en una persona insatisfecha, que no está feliz con nada, que hasta de sí mismo se disgusta. Sólo podrás ser feliz si estás con Dios y si efectúas con empeño tus acciones. Debes proceder en la vida con toda tu mente, con toda tu voluntad, con todas tus fuerzas y con todo tu corazón.

10. Cuida tu armonía interior

Ordena tus pensamientos según tus valores, porque el tiempo que mejor debemos utilizar es el de nuestros pensamientos internos. Busca siempre hacer el bien a todos, no desperdicies tus energías en cosas que no construyen un mundo de paz, un ambiente favorable para que germine el amor.

11. Dona tiempo completo

El tiempo es un gran don de Dios. Imagínate que este don es como una gran caja dorada, y tú tienes la oportunidad de llenarla con joyas o con podredumbre. Si haces mal uso del tiempo, tu caja de oro se llenará de obras precipitadas, de pensamientos no gratos y cosas inútiles. En cambio, si haces buen uso de tu tiempo, llenarás tu caja con obras buenas y con buenos pensamientos. Además, es de sabios reconocer que quien aprovecha bien su tiempo gana oportunidades para aventajar su vida y no repetir cosas que se adeudan en el pasado.

12. ¡Ama a Dios!

No olvides que para lograr la perfección de cuerpo y alma debes amar a Dios. Existen una infinidad de motivos para amarle: Él te ama desde la eternidad, Él te dio la existencia, Él te ha dado el intelecto y todos tus dones, Él llena tu camino con toda clase de gracias para que te puedas superar y te plenifiques, Él te llama y te espera el tiempo que sea necesario y, sobre todo, Él murió en la cruz por ti para redimirte de tus pecados.