KÉNOSIS

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Papa Francisco: los quejumbrosos son blanco perfecto para el demonio

Autor: 
Papa Francisco
Fuente: 
Píldoras de Fe

“A veces los cristianos parecen preferir quejarse y ser infelices en la vida, pero eso los convierte en un blanco perfecto para el demonio”, así lo afirmó el Papa Francisco en una homilía de la Santa Misa que celebró en la mañana del 09 de abril en la capilla de su residencia, en la Casa de Santa Marta en el Vaticano.

En dicha homilía, el Papa Francisco hacía su reflexión sobre la primera lectura del Libro de los Números (21,4-9)en la que el pueblo de Dios, después de escapar de la esclavitud en Egipto, pierde la paciencia y se queja de su difícil situación, desgastado por el viaje. El mensaje del Papa es un oasis para quienes desean una verdadera conversión. He aquí sus palabras:

“No olvidar las cosas buenas recibidas”

Dios castiga al pueblo de Israel enviando serpientes venenosas, pero luego le ofrece un antídoto, una oportunidad de salvación, después de que las personas reconocen su pecado de quejarse contra Dios y contra Moisés.

La desolación es símbolo de la serpiente, que tentó a Eva en el Jardín del Edén y que siempre muerde cuando una persona se hunde en la desesperación.

La sensación de estar desgastado nos quita la esperanza. La fatiga da a las personas una memoria selectiva: siempre nos hace ver el lado malo de lo que estamos pasando y olvidamos las cosas buenas que hemos recibido de Dios.

“No mirar todo como un fracaso”

Cuando estamos en la angustia, no podemos soportar el viaje y buscamos refugio ya sea en ídolos o en quejas o en otras formas que muestran que nada es agradable o satisfactorio.

Esta es la vida de muchos cristianos. Ellos viven quejándose, criticando, refunfuñando, (estando) insatisfechos, prefiriendo ver todo como un fracaso o digno de quejarse. Pero lo que no se dan cuenta, es que esto los convierte en el terreno perfecto para que el demonio pueda sembrar.

Por tanto, oren a Dios para que nos libere de esta enfermedad: este temor a la esperanza y a la sanación, el temor al consuelo y la resurrección del Señor.

Santa Marta, Vaticano (09 de abril 2019)