KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

Siete problemas que enfrenta la población juvenil de México

Autor: 
Alejandra Vázquez y Fernando Aguilar
Fuente: 
VP

Introducción 

Sin lugar a dudas, dentro de la sociedad mexicana del siglo XXI se está presentando un cambio radical en el círculo adolescente y juvenil; dicha transformación se puede atribuir a diversos sucesos, como los múltiples avances tecnológicos (por ejemplo la Internet, o aquellas evoluciones en los mensajes transmitidos a través de los medios de comunicación como la televisión, la publicidad o los medios impresos), todos éstos ofrecen o bombardean al joven con una gran cantidad de información referente a distintos rubros que competen a gustos juveniles. Lamentablemente, estos jóvenes no siempre tienen una formación intelectual y la madurez necesaria para poder canalizar de una manera fructífera todo este cúmulo informativo, y por consiguiente se deriva a una tergiversación de actitudes y actividades que al final pueden ocasionar grandes catástrofes en la vida de un adolecente y afectar su sano desarrollo por el resto de su vida.

A continuación enlistaremos siete de las múltiples problemáticas que se encuentran en el mundo juvenil de nuestro país, a fin de ayudar a la concientización y prevención de situaciones problemáticas dentro de la vida del adolecente y del joven.

1. Distorsión corporal

“Dime qué comes y te diré quién eres”

Es en la etapa de adolescencia donde se presentan con más radicalidad los problemas alimenticios. Tal vez se deba a que es la etapa de vida en la que predomina el narcisismo, cuando el deseo de las personas por ser bellas y estéticas está directamente relacionado con la aceptación social, el reconocimiento y la popularidad.

Es muy común que los adolescentes tiendan a distorsionar la imagen que perciben de su cuerpo. Esta distorsión es producto de una presión psicológica; los jóvenes siempre cuentan con un tipo de cuerpo objetivo, un tipo de cuerpo que les gustaría tener y lo fijan como una meta que quieren alcanzar.

Diversos críticos y analistas han declarado que las mujeres y hombres que se presentan en anuncios televisivos o en revistas establecen marcas de belleza y delgadez imposibles e inalcanzables, lo que ocasiona obsesión en los espectadores, llevándoles a la iniciación de problemas alimenticios. 

¿Cuáles son los problemas alimenticios más comunes?

La anorexia: se trata de una enfermedad encuadrada dentro de la psiquiatría, la cual se sustenta en una trilogía dada por: adelgazamiento, amenorrea y sobre actividad. Este padecimiento se presenta más frecuente en el sexo femenino. La edad en la que prevalece oscila entre los 13 a los 20 años, aunque últimamente han aumentado los casos desde los 8 hasta los 40 años.

Los pacientes presentan serios conflictos emocionales que los llevan a disminuir la ingesta de alimentos en forma voluntaria y compulsiva; las pacientes que sufren de esta enfermedad presentan comportamientos tales como hiperactividad, además de ser sumamente perfeccionistas; encuentran real goce por la situación en la que se hallan, debido a que sienten que tienen un control en sus vidas. Sin embargo, tiempo después comienzan a aflorar en la persona estados depresivos y obsesivos, como el miedo a ganar peso.

Cuando la enfermedad está avanzada ocurre la “amenorrea” en las mujeres, que consiste en la falta de ciclo ovárico y menstrual, y sucede por el desequilibrio hormonal. Esta compleja patología tiene como su síntoma más llamativo el no comer (se sofoca el hambre), ocasionando pérdida drástica de peso.

Desde lo psicoanalítico, la anorexia representa un conflicto, puesto que se provoca un miedo a la adquisición de senos y curvas (feminidad), miedo a la pérdida del cuerpo infantil, miedo a la decadencia del cuerpo y miedo a la sexualidad. Por tal motivo, se le considera un trastorno propio del narcisismo.    

La anorexia nerviosa es la tercera enfermedad crónica más común entre las mujeres adolescentes, y se calcula que ocurre en 0.5% a 3% de todos los adolescentes.

La bulimia: es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por episodios recurrentes de ingestión rápida de grandes cantidades de comida (“atrancones”) en un tiempo reducido y siendo consciente de lo anormal de dicha alimentación. El cuadro clínico está caracterizado por frecuentes atrancones de comida, seguidos de vómitos provocados, abuso de laxantes, abuso de diuréticos y ejercicios compulsivos originados por el intenso miedo a engordar. Suele presentarse en mayor número en el sexo femenino.

En el aspecto psicológico las personas que la padecen muestran ansiedad permanente, humor cambiante, baja autoestima, desvalorización de su imagen corporal, identidad sexual difusa, miedo al rechazo, etcétera. Pueden presentar además conductas impulsivas- compulsivas: cleptomanía, adicciones, alcoholismo y una vida sexual activa insatisfactoria, con dificultad para enamorarse.

Por lo general, este tipo de jóvenes pertenecen a las familias en las que hay la ausencia del padre y/o la madre; aumenta el número de casos en los que conocen la infidelidad de uno de sus progenitores.

A diferencia de la anorexia, en la bulimia no existe una intención primaria de adelgazar, sin embargo la distorsión corporal que tiene una persona bulímica es dos veces mayor que la que padece de anorexia.

La bulimia ha aumentado a una velocidad mayor que la anorexia durante los últimos 10 años en nuestro país. Algunos estudios reportan que el 80% de las estudiantes universitarias han comido excesivamente en algún momento.

La obesidad y la diabetes: aunque parezca contradictorio a los dos problemas anteriores, la obesidad también es uno de los desequilibrios alimenticios más generales entre los jóvenes de nuestro país, debido al alto índice de promoción de alimentos “chatarra” o a la mala educación alimenticia. Además del alto costo que representa para las familias y para el sistema de salud pública, hay que sumar al problema de obesidad una serie de modificaciones en los hábitos y estilos de vida, cambios en el comportamiento humano y las expectativas de vida sobre todo en estos últimos años.

La suma de los factores mencionados han resultado en un gran incremento de la incidencia mundial de las enfermedades crónicas, muy especialmente la diabetes, enfermedad en la cual influyen de una manera sobresaliente el sedentarismo y los pésimos hábitos dietéticos.

Repercusiones de los problemas alimenticios

Los problemas alimenticios entre los jóvenes deben ser atendidos a la brevedad, ya que existen situaciones muy complicadas con las que debe enfrentarse el terapeuta al momento de internarse un paciente, puesto que al ingresar a la clínica, la persona pudo haber pasado por largas etapas de inanición que por consiguiente ya hayan provocado diversos daños fisiológicos, entre los más importantes están los siguientes: cardiopatías (ritmos de bombeo anormales en el corazón), anormalidades reproductivas y hormonales, problemas neurológicos, anemia perniciosa, etc.

2. La problemática de lo sexual

El panorama social

Hablar de sexualidad siempre ha sido difícil, debido en gran parte a los múltiples mitos y reservas que se tienen respecto al tema. Poco a poco, el tema sexo va luchando por dejar de ser un tabú para la sociedad; sin embargo, los jóvenes aún cuentan con información deficiente y teorías erróneas. Sus conocimientos sobre el embarazo, por ejemplo, son parciales con tendencias a deficientes. El tema de los anticonceptivos cuenta con abundantes lagunas de información entre los adolescentes y jóvenes, lo cual les dificulta su uso apropiado y les genera una enorme falta de comportamientos preventivos.

Los medios de comunicación han ayudado a que la actividad sexual se encuentre legitimada y normalizada en la red juvenil. Tener relaciones sexuales durante la adolescencia supone ganancias no sólo de placer y satisfacción, sino desde el desarrollo personal, implica el fortalecimiento de la identidad y el rol sexual.

Las formas de prevención dependen de las circunstancias, pero generalmente el hombre deja la responsabilidad de la prevención de embarazo a la mujer.

Y aun cuando el joven tiene estas posturas al respecto, y muestra esta falta de compromiso y de conocimiento, algunos estudios han detectado que a la edad de 20 años, el 80% de las mujeres y el 80% de los hombres han tenido al menos una relación sexual.

El embarazo en adolescentes

Aunque no lo parezca, en nuestra sociedad la maternidad precoz constituye una importante amenaza al desarrollo educativo de las mujeres y a su bienestar económico.

Debido a la censura que existe en muchas sociedades con respecto al tema de la sexualidad, los adolescentes carecen de información y acceso a servicios adecuados de planificación familiar en condiciones de confidencialidad e independencia. 

El embarazo adolescente frecuentemente es interrumpido por medio de abortos no seguros que conllevan complicaciones e incluso la muerte. Las jóvenes adolescentes tienen más probabilidades que las mujeres mayores de tener un parto prematuro, un aborto espontáneo o de que la creatura nazca muerta. También es cuatro veces mayor la probabilidad de que mueran por complicaciones de embarazo.

Cada año, a nivel mundial, hay por lo menos 4.5 millones de mujeres jóvenes que recurren al aborto inducido, muchas veces realizado en condiciones de riesgo. En Latinoamérica y el Caribe las estimaciones varían entre aproximadamente trece abortos anuales por cada mil mujeres de 15 a 19.

En los últimos 30 años la tasa de nacimientos en México ha descendido al 50%; en cambio, el embarazo entre adolescentes menores de 20 años se duplicó, aportando la quinta parte de los nacimientos por año.

Actualmente medio millón anual de niños nacen de madres adolescentes, y sus partos se consideran en un 75% de alto riesgo debido a complicaciones materno-infantiles.

El contexto social y el embarazo en la adolescencia

El fenómeno del embarazo en adolescentes y los problemas relacionados con éste se han hecho más visibles desde hace más de una década, por tal razón es catalogado como una de las problemáticas más importantes entre los temas de salud reproductiva.

A este fenómeno se le adjudica un sinnúmero de problemas familiares, individuales y sociales, así como en el campo de la población y de la salud; el embarazo adolescente necesita ser ubicado y comprendido dentro de los procesos de cambio social y cultural que están ocurriendo en determinados países y contextos sociales; es necesario conocer las necesidades de los adolescentes: cómo se desarrollan dentro de su medio y en qué consiste la interacción que llevan con sus padres, familia, amigos y pareja; a partir de esta información será pasible hacer una evaluación acerca de qué tipo de acciones pueden tomarse con el fin de mejorar la salud sexual.

En los sectores bajos es más común que se presenten embarazos tempranos, ya que son jóvenes que provienen de familias problemáticas, padres separados, con adicciones, violencia intrafamiliar y baja escolaridad; dentro de la comunidad marginal la infancia termina a muy temprana edad, alrededor de los 11 años, y rápidamente los niños se ven sumergidos en el mundo de la droga o el alcohol; algunos tendrán que dejar la escuela para entrar a trabajar y ayudar al sustento de la casa, sólo algunos otros podrán terminar la escuela, o hasta la secundaria; el embarazo en este tipo de sectores se presenta a partir de los 13 años, son jovencitas que apenas han dejado de ser niñas y de un día a otro se convierten en mujeres; lamentablemente este tipo de casos siempre se ven caracterizados por la falta de dinero, que lleva como consecuencia al aborto o al abandono infantil.

Recordemos: una sexualidad mal encaminada y sin cuidado puede llevar al final a una serie de problemáticas que pueden acarrear incluso la muerte.

3. Las adicciones

¿Por qué el joven se inicia en las adicciones?

El inicio del consumo de sustancias como el alcohol, las drogas o el tabaco se da de manera común durante la adolescencia y la juventud, debido a que se utilizan como práctica cultural y social en ciertos grupos y sectores. “El joven siente la presión de tomar, fumar o consumir algún tipo de droga, a fin de ser aceptado por su grupos de amigos”. Observemos con mayor detenimiento cada uno de estos problemas:

Drogas

Son sustancias químicas naturales y/o sintéticas que ocasionan desequilibrios químicos en el cuerpo; las personas que las consumen lo hacen por algunas de las siguientes razones: para reducir tensión y ansiedad, para volverse más activo y animado, para evadir responsabilidades y preocupaciones, o bien como una vía fácil para escapar de la realidad durante un periodo de tiempo.

Existen cinco tipos de drogas básicas: estimulantes (cocaína, anfetaminas), depresores (valium), alucinógenos (ácido polvo de ángel), narcóticos (heroína, opio) y canaboides (marihuana, hashís).

Las consecuencias que ocasionan las drogas son variadas, y en ningún caso recomendables; una persona que se vuelve adicta puede caer en ciertos problemas, tales como comportamiento violento, baja autoestima, pérdida de amistades, intolerancia, desajustes físicos y psicológicos, incluso la muerte…

La falta de educación sobre las drogas

Una de las principales problemáticas para atacar o prevenir la drogadicción entre los jóvenes y los adolescentes es la falta de información y el tratamiento específico que se le da a esta enfermedad. Las siguientes son las principales razones por las cuales la juventud acude a este tipo de adicción:

a) La juventud no está conceptualizada por las instituciones enfocadas a resolver problemas de adicciones. Dichas instituciones se preocupa más por los estudios cuantitativos que los cualitativos.

b) No existen debates o conocimientos públicos acerca de la política de las drogas y mucho menos en lo correspondiente al sector juvenil.

c) Las actividades de prevención en nuestro país son atemporales. Se educa a la juventud sobre el tema de las drogas, pero casi siempre a personas que ya usan o han consumido alguna droga.

f) Comúnmente no se hace ver que el causante de la dependencia a las drogas no es la droga en sí, sino el proceso psico-sociocultural que se genera a su alrededor.

Alcoholismo

Se trata de una sustancia líquida que actúa como un depresor del sistema nervioso central; los síntomas que ocasionan son: desinhibición de juicio y sentido, mareos, falta de control y de equilibrio, entre otros. En los últimos años se observa un aumento espectacular en el consumo del alcohol por parte de la población adolescente y juvenil. Las principales causas por las cuales los jóvenes ingieren alcohol son:

• Curiosidad relacionada con sus afectos y sensaciones. 

• Búsqueda de aceptación en cierto grupo social.

• Refugio ante las problemáticas familiares o personales.

• Carencia de afecto e indiferencia.

• Bajo nivel de autoestima y autoaceptación.

El que un adolescente tome a temprana edad representa varios riesgos, el primero radica en caer en el alcoholismo, que se da cuando la persona necesita alcohol para poder sentirse pleno, o bien como una fuente única de diversión o de escape.

 Por otra parte, cabe señalar que el alcoholismo es una de las principales causas de muerte de jóvenes en nuestro país. Según la Administración de Seguridad de Tránsito, la mayoría de accidentes automovilísticos se originan por el consumo desmedido de alcohol (entre el 36 y 50% de los casos).

El tabaquismo

Fumar tabaco es una forma de farmacodependencia; la mayoría de los fumadores se vuelven dependientes de la nicotina, que es uno de los principales componentes de tabaco. El consumo de este producto produce daños irreversibles y generalmente mortales.

Las principales consecuencias que se producen por fumar son: cáncer pulmonar, bronquitis crónica, enfermedades cardiovasculares, acidez estomacal, manchas en los dientes y arteriosclerosis. Entre las causas del tabaquismo encontramos la aceptación social y la publicidad que se le da al producto en los diferentes medios de comunicación masivos. 

Hoy en día la abrumadora mayoría de los fumadores (8 de cada 10) comienzan a fumar en la adolescencia (enre los 12 y 14 años). Téngase en cuenta que cuanto más precoz es la edad de inicio del fumador más posibilidades tiene de convertirse en un fumador inveterado, y más alto es su riesgo de morir por enfermedades vinculadas al tabaquismo. 

4. Los problemas familiares

La familia se desune

En México existen 32.9 millones de hogares, de los cuales aproximadamente el 50% corresponde a un concepto de familia ideales: padre, madre e hijos; y un 20% de las familias está encabezada únicamente por la madre.

Se estima que en México aproximadamente 30 de cada 100 parejas que contraen matrimonio se divorcian debido a la falta de tolerancia y de comunicación. Y de esas parejas que se casan, el 30% permanece casado, y el 13% se vuelve a casar. Es decir, las parejas que están unidas durante largo tiempo es sólo la tercera parte.

Sin embargo, esta realidad no se limita en la estimación del divorcio y la desintegración familiar como proceso que acontece en la sociedad, sino que estas parejas se vuelven a casar y se divorcian, lo que convierte a las relaciones humanas afectivas en un círculo vicioso. Agréguese a ello que muchas parejas deciden tener menos hijos o no tenerlos.

En correlación a lo que nos atañe en este artículo, se ha de decir que los hijos de parejas divorciadas presentan unos índices superiores de problemas externos (agresión, desórdenes de conducta, consumo de drogas) que los que pertenecen a familias intactas. Así mismo, hay más altos grados de depresión en los adolescentes que son hijos de padres divorciados que los que no lo son.

Se estima que entre un 80 y 90% de la población total que purga una condena en los reclusorios de México proviene de familias con problemas de desintegración. Esto no significa precisamente que correspondan a personas provenientes de los estratos más pobres de la sociedad.

La violencia intrafamiliar

La violencia, que se define como un comportamiento –bien sea un acto o una omisión– cuyo propósito sea ocasionar un daño o lesionar a otra persona, y en el que la acción transgrede el derecho de otro individuo, abunda en muchas de las familias mexicanas. Y se habla de violencia no sólo física, sino psicológica, sexual y económica, 

Hoy en día, dentro de la cultura mexicana, el padre continúa siendo quien ejerce el poder sobre los hijos y la esposa. Este tipo de dinámicas en las familias crea ambientes de poder y sometimiento.

Para patentarlo en un caso concreto, recurramos al “maltrato infantil”, que se entiende a toda aquella agresión que los adultos descargan sobre los menores, produciéndoles daños físicos y emocionales, afectando su desarrollo intelectual, su educación y su adecuada integración a la sociedad.

El maltrato infantil es un fenómeno que, por lo regular, se extiende hasta las etapas de adolescencia, juventud e incluso madurez. Los factores que suelen provocar este hecho son, por lo general, las malas relaciones y la mala comunicación, así como la carencia de vínculos afectivos.

5. La crisis ante la elección vocacional

Por lo general, el adolescente y el joven siempre están en crisis. Suelen permanecer en la búsqueda de una identidad personal.

Los expertos aseguran que lo central de un trabajo de orientación vocacional es dar a los jóvenes la oportunidad de experiencias y errores, a fin de que aprendan; ofrecerles un ámbito en el cual reflexionen sobre la elección de una profesión, el quehacer, el proyecto a futuro, etcétera.

La frase tan común de: “No sé qué carrera elegir” remite a un problema de falta de información. ¿Qué información? La que corresponde a proyectos, a planes a futuro, a la misma personalidad.

Entre los mexicanos suele ser común que la familia decide “no meterse” en lo correspondiente a procesos vocacionales. “El que elige es el joven; se le deja libre para que haga lo que quiere”. De pronto se le da una “libertad” para la que no se le preparó con anterioridad.

El proceso vocacional también es uno de los grandes retos a los cuales se debe hacer frente en nuestra sociedad. Es un trabajo que se realiza promoviendo el compromiso y las tareas del joven, indagando sus áreas de interés personal-social, su relación con el medio real y el mundo ocupacional; es una actividad que implica imaginar y ensayar los desempeños y los proyectos a futuro en constante confrontación con las necesidades y el repertorio disponible en el mundo real.

Por supuesto, este problema nos orilla a pensar en la falta de oportunidades de trabajo y desempeño para la gran masa de la población juvenil en nuestro país. Problema que es, por demás, una prioridad que debe atenderse cuanto antes por las autoridades y la sociedad civil. 

6. La cuestión política

La rebelión o rebeldía juvenil es un factor positivo en la afirmación de la personalidad; se trata, según parece, de una cuestión funcional y necesaria para la maduración del joven. Sin embargo, hay quien piensa que la juventud conlleva de forma intrínseca una situación de rebelión permanente.

En este contexto y entre otras cosas, los jóvenes en nuestro país han sido caracterizados por una suerte de escepticismo político, rebelión inútil, revolución cultural y repulsa de la política y de los políticos. Pero hemos de recordar que los jóvenes no representan a un grupo homogéneo con una tendencia política determinada, mucho menos son una oposición explícita al sistema político. En nuestros días, de lo que se puede hablar es quizá de una precaria integración de los jóvenes a la cultura política hegemónica. Ello implica el necesario replanteamiento de los procesos de la participación ciudadana.

7. El súper consumo

La sociedad de consumo, como garante de la disciplina del trabajo y la realización de la producción, es el dispositivo cultural de la integración social en el capitalismo actual.

La sociedad de consumo sería inexplicable sin la publicidad. Ésta es el poder omnipresente e irresistible que penetra en todas partes y que alcanza a todos; es el factor por excelencia que condiciona la existencia del individuo moderno; es la forma más eficaz hasta ahora descubierta de dominar las conciencias.

Se puede definir la sociedad de consumo a aquel mecanismo social que busca integrar a las masas en el sistema dominante mediante la más completa disciplina del trabajo, valiéndose de la atracción del consumo. Ese mecanismo responde a dos propósitos fundamentales: integrar a las masas en el sistema, desviándolas así́ de todo intento de cambiarlo, que es el aspecto ideológico profundo; y obtener la plena dedicación de los trabajadores a la empresa, como condición de todo beneficio.

La mayoría de los jóvenes de nuestro país se encuentran sumergidos en la dinámica del súper consumo. He allí el imperante culto a las modas y a lo nuevo, así como la ilusión de la sociedad opulenta y el condicionamiento publicitario.

La sociedad de consumo constituye, pues, uno de los principales problemas en el que suele encontrarse la población juvenil de nuestro país; situación de la cual nadie se puede librar si no comienza por una reflexión seria sobre la dinámica en que se efectúa tal fenómeno.

Palabras conclusivas

Las problemáticas mencionadas en este texto no son todas los que aquejan a la juventud en nuestro país. Hemos de ser conscientes que existen otros elementos que también cobran una importancia capital. No bastante, se han tratado de exponer aquí las que más preocupación y necesidad de estudio requieren.

El texto, a pesar de todo, presenta una síntesis de aquellos elementos que nos permiten extrapolar y obtener las claves orientativas para ayudar a la juventud de México a contar con una vida más plena y un futuro más prometedor.

Será tarea de los distintos agentes relacionados a estas problemáticas (padres, educadores, empresas, gobierno, medios) el dar respuestas nutridas de objetividad, diversidad, ciencia y sensibilidad que gesten la humanidad de todo joven.

Acerca de los autores

Alejandra Cecilia Martínez Vázquez y Fernando Joel Aguilar Ramírez son egresados de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Han participado en diversos movimientos sobre el estudio de la juventud mexicana. El aporte aquí expuesto obtuvo un reconocimiento por parte del Instituto Mexicano de la Juventud en el “Concurso Nacional de Tesis sobre la Juventud” a nivel licenciatura y fue publicado en acuerdo con la Secretaría de Educación Pública.