KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

Todo pasa. Todo se esfuma

Autor: 
Toño Casado
Fuente: 
RD

Todo pasa. Todo se esfuma. El tiempo te atraviesa mientras te conviertes en un señor mayor y calvo con prisas, o una señora sin hora en la peluquería, o un párroco barrigón. Y un día empieza la gente de tu barrio a morirse, como caen las hojas de los árboles; hasta el momento en que te toque a ti, y te llore más o menos gente en un tanatorio con olor a café y frases hechas. Todo pasa: tus disgustos, tus risas, tus discusiones, tus proyectos. Todo pasa. Somos una chispa de vida en medio del universo y del tiempo.

Congregaciones, asociaciones, órdenes, partidos políticos, equipos de fútbol. Todo pasa. Todo tiene fecha de caducidad. Todo es relativo; solo Dios, solo sus palabras son absolutas. Por eso, aunque todo se escape de tus manos como la arena de la playa entre los dedos de un niño, sabes que la última Palabra sobre nuestra existencia la tiene Dios. Tus actos buenos tienen valor infinito ante los ojos de Dios y nadie se perderá, ni la plantita débil, ni la llamita que tiembla, ni el pecador que arrastra la cruz de sus pecados y añora ser aquel ángel que un día fue en brazos de su madre.

El Espíritu Santo hace resurgir lo nuevo en situaciones y realidades insospechadas. La riqueza de Jesús no se agota en ninguna generación, en ningún documento, concilio, papa o fórmula teológica. Porque Jesús nunca pasa de moda. Siempre es nuevo, como cada amanecer, amanecer de luz y de gracia, que es el amor y la ayuda de Dios, en cada ser vivo, en cada persona. Por eso Dios no huele a naftalina, ni Jesús está preso en sacristías o despachos oscuros. Jesús tiene poder ante las muchas calamidades de la vida.

Caerán las estrellas y el sol y se acabará el mundo en un estallido de mil volcanes. Espero no estar allí en la primera fila del Apocalipsis físico de nuestro universo, pero sé que Jesús reunirá a sus elegidos con su poder y ni uno de sus pequeños se perderá. Y sé que yo no me perderé en el desierto del cosmos y la memoria: sé que Él me rescatará, no por mis pobres méritos y mis sencillas canciones, sino por su tsunami atómico de misericordia.

Autor: Toño Casado  /  Fuente: Religión Digital, publicado el 12 de noviembre de 2021.