KÉNOSIS

Portal del Padre Rafa

¡En la debilidad se muestra la gracia!

Autor: 
Rafael Espino
Fuente: 
Kénosis

Todos tenemos días en que no podemos empujar más. En que no podemos contener las dudas en nosotros mismos, en que no podemos dejar de concentrarnos en el miedo, en que no podemos ser fuertes.

Son esos días en que no podemos concentrarnos en ser responsables. En que creemos necesitar deshacernos en pedazos para seguir sobre el camino. Es cuando lloramos delante de los demás. Cuando exponemos nuestro cansancio, nuestra irritabilidad o nuestra ira.

No tienen nada de malo esos días. ¡No tienen nada de malo! Pues, parte de cuidar de nosotros mismos significa darnos permiso de “deshacernos” cuando lo necesitamos. No tenemos por qué ser “torres perpetuas de fortaleza”. Somos fuertes, es cierto. Pero también somos débiles. Y todos lo hemos probado.

En tanto, para seguir siendo fuertes hemos de tener el valor de permitirnos sentirnos temerosos, débiles, vulnerables. Y a la par, hemos de tener el valor de pedir ayuda (a Dios y al prójimo). Porque en la debilidad es donde se manifiesta el poder de Dios, decía San Pablo (2Cor 12,10). Es en la vulnerabilidad donde se nos da la oportunidad de renovar la fe; es en el sufrimiento, en la dificultad, en la persecución donde se manifiesta el poder de Dios, que no nos abandona, no nos deja solos, sino que se transforma en apoyo y fuerza.

Por cierto, la fe nos dice que, si permanecemos en Dios, “aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, aunque haya muchas dificultades, nuestro hombre interior se va renovando, porque madura día a día en las pruebas con la asistencia de la divina gracia” (2Co 4,16).

¡Confía! Dios te bendiga.